La discusión sobre si Colombia está preparada o no para activar el acuerdo comercial con Estados Unidos ya no importa. En dos semanas comenzarán los efectos reales del tratado.
Por FERNEY ARIAS JIMÉNEZ | Publicado el 29 de abril de 2012
Con el símil de que para aprender a nadar es necesario estar en el agua, el zar del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, Hernando José Gómez , explica lo que va a pasar en Colombia a partir del 15 de mayo, cuando entre en vigor el pacto comercial.
"Sabíamos que esto tarde o temprano venía", declara Gómez, quien también fue negociador del acuerdo.
"El gran cuello de botella es la infraestructura y tendremos que resolverlo. Ahora, por las mismas carreteras que salen las exportaciones entran las importaciones, y en la medida en que logremos mejorarlas se van a dar procesos de especialización muy interesantes que van a permitir que se incremente el comercio de manera sensible".
Tras admitir que hay preocupación por parte de los empresarios en aspectos de aduanas, de procedimientos y protocolos para las inspecciones y el control de los contingentes, manifestó que hay un reto importante para la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) y que será fundamental el reforzamiento de la capacidad de procesamiento de protocolos sanitarios y fitosanitarios del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y la reestructuración del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima).
Aduana e infraestructura
La Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional (Fitac) afirma que la empresa privada, las autoridades y el Gobierno deben trabajar de la mano para superar los cuellos de botella que se han identificado en el proceso. Guillermo González Larsen, miembro de la Junta Directiva de Fitac y representante de la Agencia de Aduanas Worldlink Customs, dice que es urgente el mejoramiento de los sistemas informáticos para los trámites, disponer de un estatuto aduanero eficiente, es decir, que no sólo sea de control sino también de simplificación y facilitación.
También reclama la revisión de la figura de Operador Logístico Integral, que debe formularse e implementarse con un trabajo en equipo que involucre a las empresas, los gremios y a las autoridades.
"No estamos en el cien por ciento preparados, no estamos con el suficiente nivel de información y lo que hay que hacer es tomar clases extras para nadar más rápido", señala González, quien pide agilidad para poner a punto los sistemas de comunicación y la parametrización, fundamentales para la entrada y salida de las mercancías.
Frente a este tema aduanero, Enrique Carvajales Marulanda , gerente Comercial de la Sociedad Portuaria de Barranquilla, garantiza que en ese complejo todo está preparado. "Hemos hecho unas inversiones en los últimos cinco años, por 70 millones de dólares y con eso hemos ajustado el terminal a una capacidad de siete millones de toneladas".
Destaca que próximamente se abrirá la licitación para entregar un contrato de unos 10.000 millones de pesos para dragar el canal de acceso al puerto.
Por su parte, Luis Carlos Villegas , presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), insiste en que llegó la hora de hacer las inversiones en infraestructura para sacarle el mejor provecho al TLC. "Estamos obligados a hacer la infraestructura porque ya tenemos TLC", pide el dirigente.
Villegas insiste en la capacitación a los empresarios para que sepan qué materias primas son las que pueden traer sin arancel de Estados Unidos, dónde está la maquinaria a la que podrán acceder con aranceles bajos, dónde están las oportunidades de exportación y cómo es que las pymes van a participar en las licitaciones de los estados que se han adherido al TLC, para las compras públicas.
Mientras los empresarios urgen la ejecución de obras de infraestructura, el director del Instituto Nacional de Vías (Invías), Carlos Rosado , destaca la celeridad con que se adjudicó el primer corredor del TLC: la Transversal Medellín-Quibdó.
La obra de 254.560 millones de pesos facilitará, según Rosado, el transporte de los minerales provenientes del Chocó hacia el interior del país y conformará una plataforma adecuada para el desarrollo nacional, de cara al tratado.
Otro anuncio lo hizo en la Sociedad Portuaria de Cartagena, la Agencia Estadounidense para el Comercio y el Desarrollo, que contribuirá con 550.000 dólares para estudiar la construcción de un terminal fluvial en el río Magdalena, en Gamarra, Cesar.
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